Regional

Alcalde Espíndola y comisión de Zonas Extremas: “Arica tiene que ser un territorio especial para la inversión pública y privada

El jefe comunal fue el encargado de abrir la ronda de exposiciones de la comisión de Zonas Extremas de la Cámara de Diputados, que de manera especial sesionó en Arica.

Fueron 26 minutos los que utilizó el alcalde Gerardo Espíndola Rojas para exponer la situación de la comuna en materia de proyectos, dificultades burocráticas y desafíos para el desarrollo; en el marco de la comisión de Zonas Extremas y Antártica Chilena de la Cámara de Diputados que escogió Arica para su realización.

El jefe comunal planteó la urgencia por considerar las zonas extremas del país como territorios de características especiales, que conlleven al Estado a gestar políticas que atiendan dichas necesidades.

En dicho contexto, aspectos como la lejanía con el resto del país, la cercanía con países vecinos, el costo elevado de materias primas y los pocos incentivos para la instalación de nuevas industrias; deben ser abordados a la brevedad y bajo una mirada regionalista, entendiendo la realidad del territorio.

“Nosotros somos los garantes de que se cumplan los tratados internacionales. Si Chile es un país serio es porque en Arica cumplimos y sufrimos con los tratados internacionales. Tenemos una línea férrea que divide gran parte de la ciudad y que no se ocupa, donde el Estado gasta 3.000, 4.000, 5.000 millones de pesos en mantenerla. La misma línea en Bolivia sí la ocupan, nos pasamos de estúpidos como Estado porque no le sacamos provecho”, manifestó el jefe comunal.

Para el alcalde, la reciente preocupación del Estado por reforzar las fronteras sólo es una pequeña acción de lo que debe ser un trabajo más profundo, que atienda de manera permanente las problemáticas que derivan de los sectores limítrofes y que Arica ha padecido por décadas.

“Tenemos fronteras completamente desprotegidas, que Chile no ha tenido nunca la vocación de protegerlas y en Arica sufrimos permanentemente de delitos transfronterizos como el contrabando de autos, de ropa, de alimentos, el tráfico de drogas, de armas y de personas”, señaló.

Es por ello que Espíndola llamó a los parlamentarios a desarrollar los territorios extremos, proteger las fronteras como una tarea de Estado y no regional, a reducir la burocracia que ralentiza los proyectos locales, incentivar la inversión de empresas fuera de la capital y actualizar aquellas leyes obsoletas que atentan contra la agilización de iniciativas.

“Tenemos que hacer de Arica permanentemente un territorio especial para la inversión pública. Tenemos que trabajar en la protección de la frontera si queremos una inversión pública real e incentivar a los capitales privados. La reducción de la burocracia es fundamental, sobre todo en proyectos de seguridad. Hay que actualizar las leyes obsoletas y considerar a quienes representan a los territorios”.

Mirada centralista

Una de las mayores dificultades postuladas por el alcalde Espíndola es la visión centralista del Estado al momento de discutir nuevas leyes y reformas. Esta situación deja de lado las condiciones regionales y las consecuencias que una decisión parlamentaria o gubernamental podría generar en los territorios.

“Tenemos déficit en la inversión, los precios son mucho más caros para invertir en nuestro territorio, tenemos déficit en la infraestructura pública, poca oferta de profesionales. Hay una forma de trabajar que cree que lo que funciona en Santiago, funciona en todo Chile y la cosa no es así”, declaró.

Ejemplo de ello es la modificación a la Ley de Presupuestos que eliminó el anticipo a empresas, que ayudaba a contratistas locales a postular a proyectos pequeños y que actualmente no pueden hacerlo, al no tener capital para iniciar.

“Empresas de Santiago no van a venir a postular por proyectos de 500 millones, ellos vienen por 3.000, 5.000 millones. Entonces, varias licitaciones a lo largo del año van declarándose desiertas, lo que no sólo pasa en Arica, sino que en todo el territorio extremo”, comentó Espíndola.

Igual de importante resulta modificar la actual Ley de Patrimonio, que no considera excepcionalidades para zonas como Arica, donde los vestigios arqueológicos de la cultura Chinchorro se ven amenazados por la manipulación civil, que no cuenta con herramientas ni apoyo real del Estado ante un hallazgo.

“Estuvimos con la Cámara de la Construcción hace unos años en la comisión de Cultura, pidiendo que se actualizara la ley porque, en el fondo, nos pone una serie de trabas para el desarrollo. Miren las obras que están detenidas en esta región producto de una ley totalmente obsoleta y que en regiones como la nuestra no aplica, porque los vestigios no son arquitectónicos, sino restos humanos, lo que significa una doble complejidad”, sentenció Espíndola.

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