Trabajo conjunto entre el Servicio Regional de Reinserción Social Juvenil (SRJ) y el Ministerio Público marca un avance en la mediación penal juvenil
En la oportunidad expuso el Protocolo Interinstitucional y las etapas del proceso de Mediación Penal Juvenil, la mediadora penal del SRJ, Denisse Canque, quien capacitó sobre esta temática a 83 funcionarios.

En un esfuerzo por mejorar el sistema de justicia juvenil en el país, el Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil (SNRJ) y el Ministerio Público han implementado un trabajo conjunto que tiene como objetivo central la derivación de casos de mediación penal juvenil. Esta colaboración es considerada una de las grandes innovaciones que trae consigo la reciente creación del SRJ, y se espera que marque un antes y un después en la forma en que se aborda la justicia para jóvenes en conflicto con la ley.
El acuerdo entre ambas instituciones permite que los casos en los que estén involucrados adolescentes puedan ser derivados a procesos de mediación, promoviendo soluciones alternativas al sistema penal tradicional. Esta iniciativa busca fomentar la resolución pacífica de conflictos y, sobre todo, priorizar la reintegración social de los jóvenes, evitando la criminalización innecesaria y reduciendo el riesgo de reincidencia.
Innovación en el sistema de justicia juvenil
La mediación penal juvenil es un enfoque que centra sus esfuerzos en la reparación del daño causado, permitiendo a las víctimas y a los infractores juveniles participar activamente en la resolución del conflicto. El SRJ, en coordinación con el Ministerio Público, evalúa cada caso para determinar si es apto para la mediación, un proceso que se ha mostrado eficaz en otros países para reducir las tasas de encarcelamiento juvenil y fomentar la reinserción social de manera más efectiva.
En la oportunidad la mediadora del SRJ, Denisse Canque, expuso sobre el protocolo interinstitucional y las etapas del proceso de mediación penal juvenil.
Para la directora regional del SRJ, Karen Medina, “la mediación no solo tiene beneficios para los jóvenes que se encuentren en conflicto con la justicia, sino también para las víctimas, ya que permite que ambas partes lleguen a acuerdos que contribuyan a la sanación emocional y a la reparación del daño causado. Además, el sistema facilita que los adolescentes comprendan las consecuencias de sus actos y se comprometan a no reincidir en conductas delictivas”.
El trabajo coordinado entre el SNRJ y el Ministerio Público ha sido clave para que esta estrategia de mediación funcione de manera eficiente. Los casos son derivados oportunamente, asegurando que los jóvenes no permanezcan más tiempo del necesario en el sistema judicial, lo que evita la estigmatización y permite concentrar los esfuerzos en su rehabilitación.
Además, esta colaboración busca descongestionar los tribunales penales juveniles, ofreciendo una vía más ágil para la resolución de casos de menor gravedad. Esto no solo mejora la eficiencia del sistema judicial, sino que también promueve un enfoque más humanitario y rehabilitador.