Secretario Ejecutivo Wilson Ureta releva compromiso con la pequeña y mediana agricultura, los pueblos indígenas y las mujeres
Uno de los desafíos más importantes —por el positivo impacto que puede generar, especialmente en la pequeña y mediana agricultura— es el proyecto que introduce modificaciones significativas a la Ley de Fomento al Riego y Drenaje, “que es la principal herramienta con la que cuenta la CNR y el país para desarrollar la agricultura de riego y la eficiencia hídrica”, destacó.
Al compartir los resultados del trabajo realizado por la Comisión Nacional de Riego (CNR) durante el año 2022 y presentar los principales desafíos para 2023, el Secretario Ejecutivo de la CNR, Wilson Ureta, destacó la “contribución del equipo de funcionarias y funcionarios al cumplimiento de nuestros compromisos con la ciudadanía”.
“Me refiero, muy especialmente, a aquellos compromisos que asumimos con la pequeña y mediana agricultura, los pueblos indígenas y las mujeres agricultoras de nuestro Chile Rural, para fomentar la productividad y la sustentabilidad agrícola a través del desarrollo de proyectos de riego que contribuyen a la eficiencia hídrica y, sobre todo, a ampliar las oportunidades y a mejorar la calidad de vida de las y los agricultores de todo el país”, sostuvo Wilson Ureta, en la Cuenta Pública Participativa CNR 2023.
En tal sentido, agregó que luego de 47 años de historia al servicio de las y los regantes del país, la Comisión Nacional de Riego, del Ministerio de Agricultura, tiene hoy nuevos desafíos en un contexto marcado por la crisis climática, la ampliación de las zonas con escasez hídrica y las dificultades alimentarias globales generadas, entre otras cosas, por los efectos de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania.
Nueva Ley de Riego
El Secretario Ejecutivo de la CNR puntualizó que uno de los desafíos más importantes —por el positivo impacto que puede generar, especialmente en la pequeña y mediana agricultura— es el proyecto que introduce modificaciones significativas a la Ley de Fomento al Riego y Drenaje, “que es la principal herramienta con la que cuenta la CNR y el país para desarrollar la agricultura de riego y la eficiencia hídrica”.
“Estamos contentos con el avance que ha tenido el proyecto en el Congreso. Gracias a un trabajo colaborativo, serio y respetuoso entre el Ejecutivo y las y los senadores integrantes de las comisiones unidas de Agricultura, Medio Ambiente y Recursos Hídricos, pudo lograrse un gran acuerdo transversal que condujo a la aprobación unánime del proyecto en la Sala del Senado. Por ello, estamos muy optimistas de que, en la última etapa de tramitación de este proyecto —en la Cámara de Diputados— podamos lograr los mismos acuerdos transversales y una pronta aprobación de la nueva Ley de Riego, siempre poniendo los intereses de las y los agricultores por delante, en especial de los pequeños y medianos, para que avancemos hacia una agricultura más justa, sustentable, pero también más productiva”, afirmó.
Principales Resultados 2022
En base al gran despliegue inicial y al trabajo de las y los coordinadores regionales, revisores, acreditadores y apoyo administrativo, el Secretario Ejecutivo de la CNR recalcó que en 2022 se bonificó un total de 1.634 proyectos por $100.021 millones, de los cuales, $81.277 millones —es decir, el 81% del total—, fueron en apoyo de las y los pequeños productores agrícolas y sus organizaciones.
“Estos proyectos permitieron la tecnificación de 11.573 hectáreas, el mejoramiento de 95 kilómetros de canales y la construcción o reparación de obras de acumulación por un volumen total de almacenamiento de 1,17 millones de metros cúbicos de agua, que corresponde a un 125 por ciento más que en el año anterior”, expresó.
En el ámbito del desarrollo de iniciativas de inversión, en 2022 la División de Estudios, Desarrollo y Políticas de la CNR ejecutó un total de $3.138 millones en el desarrollo de estudios básicos y programas, en donde destaca la modelación hidrológica incorporando los efectos del cambio climático; la calidad de aguas en la zona norte del país; el reúso de aguas servidas tratadas para la agricultura; el fortalecimiento de capacidades para Organizaciones de Usuarios de Agua; la capacitación de profesionales extensionistas; y la transferencia en calidad de aguas y buenas prácticas agrícolas