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Municipios de Arica, Renca y Valdivia conversaron con Espacio Público sobre el combate a la corrupción

El alcalde Gerardo Espíndola fue parte de la mesa junto a los jefes comunales Claudio Castro y Carla Amtmann.

El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, fue invitado por el Centro de Estudios Independiente Espacio Público, para debatir sobre cómo prevenir la corrupción en los municipios, conversación que también contó con la presencia de la alcaldesa de Valdivia, Carla Amtmann, y el alcalde de Renca, Claudio Castro.

Los reiterados casos de corrupción ocurridos en nuestro país han sido los principales gestores de la merma de confianza de las personas con el Estado. Es en este contexto que la mesa puso sobre la palestra las actuales herramientas que tienen los municipios para prevenir futuros casos de corrupción, así como también la pregunta de hacia dónde deben ser enfocados los esfuerzos en la lucha con este problema.

Desde Arica, el alcalde Espíndola recordó los casos de corrupción que afectaron a la Municipalidad a principios del siglo XXI, lo que generó un daño profundo tanto en la comunidad como en el propio gobierno comunal que hasta el día de hoy no ha sanado.

“Toda esta acción de corrupción ha generado una larga burocratización de los procesos en la Municipalidad, lo que provoca que todo sea bastante lento. Por ejemplo, cuando conseguíamos recursos por parte del Gobierno Regional, y en toda la vuelta que tenía que dar pasar por Secretaría Municipal, Control, cada una de las unidades; por lo menos eran 54 pasos los que daban vuelta en la Municipalidad”, explicó el jefe comunal.

En esa línea, Espíndola agregó que “fuimos limpiando y ordenando, logrando reducir en un 50 por ciento esa cifra y hoy son cerca de 20 pasos para la obtención de recursos cuando nos financian con un FNDR en la construcción de un espacio público”.

Acostumbrados a la corrupción

Para la máxima autoridad comunal, una de las mayores sorpresas con las que se encontró al momento de comenzar su carrera política, fue la sensación dentro de la comunidad que la política y la corrupción iban de la mano, un paradigma arcaico generado por hechos ya conocidos, y que impactaron a nivel nacional.

“Me acuerdo en tiempos de mi primera campaña municipal que había gente que prefería a un alcalde que robe, pero que haga cosas, y ese tipo de situaciones son preocupantes y no quiero que ocurran en la comunidad. Es por eso que nos enfocamos en demostrar a la gente que podemos hacer cosas sin robar, y ha sido uno de nuestros principales espacios de ataque que nosotros dimos en la Municipalidad”, indicó Espíndola.

En materia de acciones, la Municipalidad de Arica firmó en 2017 un convenio de Apoyo al Cumplimiento con la Contraloría, cuyo objetivo es contribuir a una mejora constante de la administración del Estado.

A esto se suma la tecnologización del municipio por medio de la Dirección de Innovación y Desarrollo Institucional, que ha permitido modernizar ciertos trámites que en el pasado dependían del criterio de funcionarios municipales, situación que genera susceptibilidad ante eventuales intentos de corrupción.

“Entre más tecnologizada esté la Municipalidad y entre menos vínculo exista entre un funcionario y una persona en la entrega de algún tipo de servicio, más vamos a poder combatir la corrupción”, expresó Espíndola.

Igual de importante es la designación del Cosoc como el fiscalizador del programa municipal, medida inédita en Arica y que fue implementada en el segundo mandato del alcalde Espíndola.

La medida, según argumentó el alcalde, nació debido a que “en los procesos de elección se generan tantas mentiras en torno a la Municipalidad sobre promesas de cosas que no van a ser. No existe ningún control sobre la mentira en tiempo de campaña y ahora se le puede pasar la cuenta a la gestión que asume un municipio.

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