Regional

Municipio sigue trabajando para mejorar la convivencia vial en Arica

La instalación de resaltos tipo cojín y bandas alertadoras son útiles para que los conductores disminuyan la velocidad de sus vehículos.

Las pruebas están a la vista, desde que el alcalde Gerardo Espíndola asumió su cargo, la Dirección de Tránsito de la Ilustre Municipalidad de Arica, IMA, ha trabajado en mejorar la convivencia vial, realizando una serie de acciones para que los conductores disminuyan la velocidad en diferentes puntos de nuestra ciudad.

Según la Dirección de Tránsito y Transporte Público de la IMA, existen reductores de velocidad en las calles: Pablo Picasso frente al gimnasio “Augusto Zubiri”, en 21 de Mayo frente a la escuela de Medicina de la UTA, “Raúl Pey”, sector de Las Dunas y Buenos Aires, y Sotomayor a la altura de la escuela “Pedro Lagos” y en otros puntos de la misma avenida. Todas obras financiadas con recursos municipales.

También hay reductores de velocidad que fueron instalados como medidas de mitigación. Estas obras fueron ejecutadas por privados, a quienes se les ha exigido hacerse cargo del impacto negativo que generan sus actividades, como una mayor cantidad de viajes y mayor conflicto de riesgo. En este tipo de casos, los evaluadores de estudios de impacto vial, justificaron la ejecución de proyectos en la escuela Tisa y en condominios construidos por Serviu, entre otros sectores.

Obras en ejecución

Está en plena ejecución se encuentra la instalación de resaltos tipo cojín en 21 de Mayo con Las Codornices. También están siendo instaladas bandas alertadoras que contribuyen a la reducción de velocidad en calle Las Gredas, frente al atravieso del supermercado Unimarc, y en la avenida Luis Beretta Porcel, frente a los pasos de cebra.

La mayoría de los resaltos reductores de velocidad instalados por el municipio, están en lugares donde se detectó mayor riesgo. Y donde existen pendientes, como en las avenidas Sotomayor y San Ignacio de Loyola, o en lugares donde existe mayor afluencia de público, como Raúl Pey y Las Dunas en el borde costero norte.

Catastro

Cabe destacar que, el municipio elaboró un catastro con los requerimientos que la comunidad realizó en los últimos tres años. Este banco de información está siendo priorizado, y se están incorporando las últimas solicitudes realizadas por los vecinos.

La elaboración del catastro municipal también cuenta con la participación de los profesionales de la Secretaría Comunal de Planificación, quienes incorporan planos de la ciudad para dimensionar correctamente las principales vías de tránsito, y aquellas donde circula mayoritariamente la locomoción colectiva.

Aunque las vías que concentran mayor flujo vehicular y presencia de locomoción colectiva son más relevantes, también existen solicitudes de instalación de reductores de velocidad en pasajes con menos flujo de vehículos, donde las personas igualmente tienen sensación de inseguridad.

Lomos de toro

Con respecto a la instalación de lomos de toro, debemos consignar que no se conoce una fuente de financiamiento o programa público para que los municipios financien la instalación de los mismos. Además, según la ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, a los municipios les corresponde señalizar adecuadamente las vías públicas, no ajustándose estos resaltos reductores de velocidad al tipo y características de una señal de tránsito, ni a los valores de confección e instalación de estas.

Por lo dicho anteriormente, cuando los vecinos piden lomos de toro, el municipio realiza una recomendación técnica, en base a un decreto que regula los resaltos reductores de velocidad, y que indica cuándo estos pueden funcionar, respecto al flujo y ancho de la vía; cantidad de pistas y una serie de otras características. No es lo mismo colocar un lomo de toro en un pasaje, que en una vía de mayor circulación.

Al respecto, el profesional de la Dirección de Tránsito y Transporte Público de la IMA, Octavio Arratia, dijo que, si el reductor de velocidad está bien diseñado y ubicado en el lugar que corresponde, éste ayuda a reducir velocidad, y genera un tráfico calmado en el área. “No es que los accidentes se eliminen con reductores de velocidad, pero un accidente a menor velocidad tiene mucho menos gravedad y víctimas que lamentar”.

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